El cambio climático ya no es un escenario futuro, sino una realidad con impactos medioambientales, sociales y económicos que obligan a repensar las formas de gestionar territorios, empresas y comunidades. Esta idea, presente a lo largo de todo el ‘IV Workshop Empresa y Sociedad de ACEDE. Cambio climático, resiliencia y reconstrucción: Respuestas desde la empresa y la sociedad’, volvió a ser el eje central de la segunda jornada del encuentro, celebrada en el entorno de La Albufera como símbolo de la vulnerabilidad, pero, también, de la capacidad de regeneración del territorio valenciano.

El workshop, organizado por ACEDE y coorganizado por la Facultad de ADE y el Máster en Responsabilidad y Sostenibilidad Corporativa de la UPV, reunió durante dos días a investigadoras e investigadores, empresas y entidades sociales para comprender cómo los sistemas reaccionan, se transforman y aprenden tras episodios climáticos extremos como la DANA que afectó de forma severa a la provincia de Valencia en octubre de 2024.

En este contexto, se celebró la mesa redonda ‘La empresa en la reconstrucción’, moderada por Gabriel García, director del Máster RSC UPV, y con la participación de Elías Amor, responsable de Sostenibilidad de Consum; Elena Turrión, consejera ejecutiva de Mutua Levante; Paco Alós, director de Responsabilidad Social y Relaciones Institucionales de Caixa Popular, y Amparo Aleixandre, secretaria de la Comunitat de Pescadors de El Palmar.

Acción ante fenómenos extremos

El diálogo permitió analizar cómo el sector privado actuó en las fases de emergencia y post-emergencia de la DANA, cómo se está acompañando la reconstrucción actual y cómo se preparan las organizaciones para un futuro en el que los fenómenos extremos serán más frecuentes y disruptivos.

Elías Amor relató cómo Consum afrontó las primeras horas tras la catástrofe, subrayando que «la dimensión emocional fue tan determinante como la logística». “Lo más importante fue entender que las necesidades cambian por horas: primero hay que garantizar la ayuda humanitaria y, después, acompañar a trabajadores y clientes en la recuperación de sus vidas”, explicó, recordando que la cooperativa desplegó recursos de apoyo psicológico, garantizó la continuidad del servicio y adaptó rutas y operaciones para asegurar el suministro en las zonas aisladas. Insistió en que «la adaptación climática ya se está incorporando a los mapas de riesgo corporativos, desde la ubicación de tiendas hasta la gestión de alertas y cierres preventivos».

En su intervención, Elena Turrión describió el enorme reto que supuso la DANA para el sector asegurador. La saturación del Consorcio de Compensación de Seguros dificultó los tiempos de respuesta, evidenciando la necesidad de nuevos mecanismos de coordinación entre administraciones y aseguradoras. “La DANA nos obligó a improvisar con rapidez, pero, también, nos enseñó que necesitamos alianzas nuevas y procedimientos conjuntos para que una catástrofe no vuelva a desbordar la capacidad de respuesta del sistema asegurador”, afirmó.

Recordó que Mutua Levante ha reforzado su compromiso social a través de su fundación, intensificando el acompañamiento a mutualistas y familias afectadas y estableciendo vínculos con instituciones como la UPV para mejorar la prevención, la cultura del riesgo y la educación ambiental.

Desde el corazón de La Albufera, Amparo Aleixandre aportó una de las visiones más vinculadas al territorio y a la memoria colectiva. Explicó que la Comunitat de Pescadors de El Palmar reaccionó desde el primer momento, proporcionando alimentos a la población vecina afectada, a pesar de que el propio ecosistema del lago también sufrió impactos significativos.

Su testimonio puso de relieve la fragilidad del entorno natural ante el cambio climático. “Si no hubiera sido por la ayuda privada en los momentos más difíciles, 775 años de historia de la pesca en La Albufera habrían estado en riesgo real de desaparecer”, señaló. También, destacó el trabajo conjunto que hoy mantienen con administraciones, investigadores y entidades ambientales para evaluar la calidad de las aguas, estudiar las especies afectadas y diseñar medidas que protejan este espacio único. Recordó que «la propia comunidad ha impulsado iniciativas pioneras, como proyectos de electrificación de embarcaciones, nacidos desde procesos participativos y orientados a reducir la huella ecológica».

La mirada aportada por Paco Alós se centró en la dimensión financiera, social y organizativa de la emergencia. Explicó que Caixa Popular activó líneas de financiación sin intereses, reorganizó sus servicios mediante oficinas espejo y habilitó canales directos para orientar a miles de personas que no sabían cómo solicitar ayudas o activar seguros. “En los primeros días, las personas estaban completamente desorientadas y necesitaban alguien que les dijera qué hacer; nuestra obligación era poner todos nuestros mecanismos al servicio de quienes no tenían nada”, afirmó.

Señaló que el proceso de reconstrucción está revelando «la importancia de la transparencia, la escucha activa y la coordinación entre agentes», y advirtió del riesgo que supone la lentitud administrativa o la difusión de desinformación «en un contexto donde la confianza social es clave». También, destacó «la necesidad de que las empresas y entidades financieras integren plenamente el riesgo climático en sus modelos de negocio y de que las ayudas» y «que los mecanismos de emergencia se diseñen con criterios de agilidad y equidad».

Investigación y acción ante contextos de incertidumbre

La jornada en La Albufera se completó con sesiones paralelas de comunicaciones científicas que ampliaron la mirada hacia la resiliencia organizacional, la gobernanza del riesgo y la vulnerabilidad territorial. Investigadoras e investigadores del ámbito universitario presentaron análisis sobre cómo las instituciones aprenden tras una crisis, qué capacidades permiten a las organizaciones adaptarse en contextos de incertidumbre y cómo se pueden diseñar políticas públicas integradas para reforzar la preparación ante futuros eventos extremos.

Esta interacción entre ciencia, empresa y territorio consolidó el workshop como un espacio privilegiado para generar conocimiento útil, traducirlo a la práctica e impulsar nuevas líneas de colaboración.

El ‘IV Workshop Empresa y Sociedad de ACEDE. Cambio climático, resiliencia y reconstrucción: Respuestas desde la empresa y la sociedad’ está organizado por ACEDE (Asociación Científica de Economía y Dirección de Empresas) y coorganizado por la Facultad de ADE de la UPV y el Máster en Responsabilidad y Sostenibilidad Corporativa de la UPV. Cuenta con el patrocinio de la Conselleria de Hacienda y Economía de la Generalitat Valenciana y con la colaboración de CIRIEC-España, Consum y la Comunitat de Pescadors de El Palmar, que han contribuido a dar forma a un encuentro en el que investigación, sector privado e instituciones han compartido conocimientos, experiencias y estrategias para afrontar un futuro que exige nuevas capacidades de adaptación, anticipación y resiliencia.