La reciente aprobación del Decreto 200/2022, de 25 de noviembre, del Consell, por el que se regula la responsabilidad social en las entidades valencianas es una oportunidad para que las empresas comprometidas con la sostenibilidad puedan ser catalogadas como tales.
José Vicente Soler, director general de Economía Sostenible, explica en esta entrevista el porqué de este decreto y los beneficios que va a suponer para las empresas sostenibles.
José Vicente, ¿por qué era necesario un decreto que regule la responsabilidad social corporativa?
Era necesario, en primer lugar, porque así se indica en la Ley 18/2018, de 13 de julio, de la Generalitat, para el fomento de la responsabilidad social, en el Título III. Esta ley ha permitido al Consell sistematizar la responsabilidad social en las entidades de la Comunitat Valenciana. Mediante el Decreto 200/2022, de 25 de noviembre, del Consell, por el que se regula la responsabilidad social en las entidades valencianas se da cumplimiento a la norma autonómica, y, además, se completa el desarrollo reglamentario que esta ley mandataba al Consell.
El conjunto de decretos son este mismo, así como el Decreto 203/2019, de 4 de octubre, del Consell, de creación de la Red Valenciana de Territorios Socialmente Responsables, y el Decreto 118/2022, de 5 de agosto, del Consejo, por el cual se regula la inclusión de cláusulas de responsabilidad social en la contratación pública y en las convocatorias de ayudas y subvenciones.
Y, en segundo lugar, considero relevante que se normativice la responsabilidad social y la sostenibilidad porque la Comunitat Valenciana se alinea con las recientes normativas europeas en estas materias, en las que se determina el paso de la voluntariedad a la aparición de normas que regulan la responsabilidad social.
Este decreto, ¿va a facilitar a las empresas comprometidas una manera sencilla y ordenada de ser sostenibles, sobre todo, a las pymes?
El objetivo fundamental del decreto es posibilitar, facilitar y fomentar que las entidades, también las empresas, adquieran la dinámica, capacidad y compromiso de reportar en materia de sostenibilidad y responsabilidad social. Y lo hace facilitando la tarea a las empresas comprometidas, pero especialmente aquellas que quieran adoptar el compromiso.
Es decir, que las prácticas de sostenibilidad social, económica, ambiental, de gobernanza, etc puedan ser sistematizadas a través de la memoria, y que, a su vez, puedan vincular esta memoria al Registro de Entidades Valencianas Socialmente responsables (Registro SIR), que es el instrumento clave del decreto 200/2022.
La memoria de sostenibilidad, el informe de verificación y la autoevaluación numérica ¿son las claves de este decreto?
Lo son, efectivamente. Quiero destacar la autoevaluación como la clave relevante del decreto, el sistema de indicadores que deben reportar las empresas que deseen inscribirse en el Registro. Este sistema de indicadores permite a una entidad o empresa reportar en materia de sostenibilidad y responsabilidad social, en función del sistema que responde a la necesidad de información en aspectos éticos, sociales y laborales, medioambientales, y de I+D+i.
A través de la autoevaluación asociada al sistema de indicadores, la empresa deberá obtener una puntuación mínima para poder satisfacer la exigencia determinada en el Registro. Además, el sistema permite a la empresa obtener una puntuación adicional en función de prácticas de responsabilidad social empresarial que la empresa considere relevante y que esté llevando a la práctica, y que no esté contenida en el sistema de indicadores.
Por otra parte, el Registro diferencia el nivel de exigencia en reporting y puntuación obtenida a través del sistema de indicadores en función del tamaño de la empresa. Es decir, las empresas de menos de 50 personas trabajadoras en plantilla tienen a su disposición un sistema simplificado y abreviado para obtener la calificación e inscripción en el registro, y dentro de estas empresas, con mayores facilidades para aquellas de menos de 10 personas trabajadoras. El objetivo es acercar y facilitar a las microempresas la inscripción en el Registro de Entidades Valencianas socialmente responsables.
En este sentido, una empresa de menos de 50 personas trabajadoras podrá, a través de la autoevaluación asociada al Registro, convertir los indicadores reportados en una memoria de responsabilidad social, para con posterioridad poder cumplir el requisito de disponer de una memoria para realizar la solicitud de inscripción.
Por último, también cabe destacar las empresas de menos de 50 personas trabajadores no están obligadas a presentar auditoria social o verificación externa, porque el informe que elaborará el Registro Mercantil equivaldrá a esta verificación externa. Para el desarrollo de este Registro, el Consell aprobó un convenio de colaboración con el Colegio de Registradores de la propiedad, mercantiles y de bienes muebles de España para la emisión de los informes sobre las memorias de sostenibilidad presentadas a través de las solicitudes de las entidades que deseen estar inscritas en el Registro SIR.
¿Qué otros requisitos deben cumplir las empresas para formar parte del catálogo?
Los requisitos que deben cumplir las empresas son los siguientes:
- Disponer de centros de trabajo, oficinas o establecimientos en el territorio de la Comunitat Valenciana
- Estar al corriente de sus obligaciones tributarias, mercantiles y con la Seguridad Social
- No haber sido condenadas a no poder obtener subvenciones o ayudas públicas
- No haber perdido la posibilidad de contratar con la Administración
- No haber causado daño significativo al medio ambiente
- No haber sido sancionadas gravemente en materia de integración laboral o de igualdad de oportunidades y no discriminación
- Estar en el catálogo de entidades socialmente responsables, ¿será una ventaja competitiva para las empresas?
- Cumplir con los principios y valores socialmente responsables
- Obtener en la autoevaluación, al menos, la puntuación mínima establecida en el Decreto 200/2022
¿Cuáles son los principales beneficios de este decreto para las empresas?
Los beneficios para las empresas que se vinculen al Registro SIR son:
- Permite demostrar el compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social implementada por la empresa
- Es posible que consiga mejor acceso a la financiación, préstamos, inversión, habida cuenta de toda la normativa que regula las finanzas sostenibles en el ámbito de la Unión Europea
- La empresa podrá ser valorada preferentemente por la Administración, en convocatorias de ayudas, licitaciones, etc.,.
- Gracias al convenio con Colegio de Registradores de la propiedad, mercantiles y de bienes muebles de España, las empresas podrán mejorar su relación con entidades de la UE, ya que la condición de las empresas inscritas en el Registro SIR se hará constar en las certificaciones y notas simples que de las mismas emita el registro mercantil correspondiente al amparo de la normativa vigente
- Contribuye a la mejora en el control interno y toma de decisiones de la empresa, y fundamentalmente contribuye a que la empresa se anticipe al impacto regulatorio en materia de sostenibilidad, como consecuencia de las normativas, directivas, leyes, etc., en el ámbito del Estado y de la Unión Europea.
La sostenibilidad, ¿es ya totalmente necesaria en las empresas y entidades?
Lo es por los retos en materia social, ambiental, económica, etc. que deben dar respuesta tanto Administraciones Públicas, empresas, agentes sociales, etc. Y fundamentalmente por el contexto normativo en esta materia. Quisiera destacar la reciente directiva 2022/2464 de diciembre de 2022, sobre la presentación de información sobre sostenibilidad por parte de empresa, y su inminente trasposición al ordenamiento jurídico español; la propuesta de directiva de la UE sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad en derechos humanos y medio ambiente; los diferentes Reglamentos Delegados sobre sostenibilidad en finanzas y sostenibilidad (por ejemplo el Reglamento 2020/852 de junio de 2020 para facilitar las inversiones sostenibles y la Taxonomía de actividades sostenibles), etc.
En particular para las PYMES, y de gran importancia, considero que la exigencia en el reporting en sostenibilidad aplicará a través de la cadena de valor. Es por ello, que las PYMES deben incorporar prácticas de sostenibilidad y mecanismos de elaboración de memorias para poder satisfacer esa exigencia, también la que pueden encontrar ante la necesidad de financiación externa.
En este sentido quiero destacar el Plan de apoyo al fomento y difusión de los principios de diligencia debida en materia de medio ambiente y derechos humanos en la economía valenciana, que impulsa la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, y organizan el Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunitat Valenciana, la Fundación 1º de Mayo, Cruz Roja y UJI (SoGReS). Este plan pretende fomentar un comportamiento empresarial sostenible en las cadenas de suministro, dando así respuesta a la regulación creciente en materia de sostenibilidad, y ofrecer las claves para implantar estrategias exitosas para una gestión responsable de la cadena de suministro.
¿Todavía se confunde la filantropía con la responsabilidad social?
No creo. La experiencia de la dirección general de economía sostenible en el fomento de acciones en materia de responsabilidad social en las empresas, a través por ejemplo de la línea de ayudas de concurrencia competitiva para proyectos desarrollados por asociaciones o PYMES para la elaboración de memorias de sostenibilidad, y también en los trabajos asociados a la elaboración del decreto 200/2022, nos dice que cada vez con mayor intensidad se entienda la diferencia entre ambos conceptos. Y que la responsabilidad social en la actualidad se vincula a los principios de sostenibilidad, en especial por la normativa que he citado con anterioridad, por la creciente dinámica de sostenibilidad en la economía, y el mayor conocimiento de standards o sistemas de elaboración y reporting de sostenibilidad en las empresas de la Comunitat Valenciana.
¿Consideras que es importante la formación y profesionalización de las personas que desarrollen la sostenibilidad en las empresas?
Sí. Para ello hemos establecido diferentes iniciativas en la dirección general en materia de formación sobre legislación, metodologías, indicadores, etc. Quiero destacar la alianza con universidades públicas valencianas, a través de cátedras universitarias (por ejemplo, la Cátedra de Economía Valenciana con la UPV; la Cátedra de Empresa y Humanismo con la UV), con este propósito, es decir, implementar cursos y jornadas de formación sobre sostenibilidad dirigida a personas vinculadas a las empresas en la Comunitat Valenciana.
Además, esta formación es fundamental que llegue a todo el sistema económico valenciano, en clave de vertebración del territorio. Para ello hemos incorporado como entidades beneficiarias de la línea de ayudas de la Dirección General a los pactos territoriales por la ocupación y desarrollo local participativo y sostenible de la Comunitat Valenciana.
Siguiendo con este propósito, este año está desarrollándose el segundo ciclo formativa en economía sostenible y responsabilidad social de la empresa valenciana, en colaboración con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias.
Para finalizar, sin sostenibilidad no hay…
Los retos transversales de agentes sociales, económicos y Administraciones es que la sostenibilidad sea el vector de cambio en satisfacer las diferentes crisis que el sistema económico convencional ha provocado, permitiendo desarrollar un modelo económico inclusivo, justo, responsable, que atiende a la crisis ambiental, y que contribuye a luchas contra las desigualdades sociales y económicas, mejore las condiciones laborales e implante dinámicas de transparencia y buen gobierno en la economía. La sostenibilidad debe contribuir a ello.