Jorge Andrés Polanco López, profesor e investigador de la Universidad de Medellín (Colombia) y experto en socio-economía del desarrollo, ha trabajado durante un año en la Universitat Politécnica de València. Una estancia que tenía como objetivos fortalecer la colaboración en docencia e investigación en materia de energía y sostenibilidad, así como avanzar en el trabajo conjunto que se desarrolla desde 2011 con la doble titulación de ‘Especialización en Responsabilidad Social y Sostenibilidad’. Polanco, que es coordinador académico de este programa formativo, ha estado acompañado durante su estancia por Gabriel García Martínez, director del Máster en Responsabilidad y Sostenibilidad Corporativa de la UPV y de la Cátedra Energías Renovables y Territorios Sostenibles de Statkraft y la UPV.

Jorge Polanco durante uno de los encuentros en los que ha participado durante su estancia en la UPV.

¿Qué balance haces de tu estancia en la UPV?

Hemos superado las expectativas; fuimos más allá de lo esperado. No solamente fortalecimos los programas vigentes, sino que también esbozamos uno nuevo, orientado a la gerencia de la transición energética, el cual se articulará con el título oficial en Responsabilidad y Sostenibilidad Corporativa de la UPV. Además, presentamos un proyecto semilla de colaboración internacional en la convocatoria ADISEO UPV-CCD 2024. Facilitamos dos pasantías doctorales de estudiantes de la Universidad de Medellín en la UPV y fortalecimos lazos de colaboración con el Instituto de Ingeniería Energética de la UPV, en especial con el profesor Tomás Gómez Navarro, quien es coinvestigador del proyecto semilla mencionado antes. También, hemos escrito un artículo científico sobre comunidades energéticas en América Latina, que fue remitido a una revista científica de alto impacto, y llevamos a cabo dos jornadas, una con la Cátedra Statkraft-UPV y otra que tendrá lugar en el marco del programa de actos conmemorativos del 25º aniversario del CEGEA, en enero de 2025.

La primera edición de la doble maestría ‘Especialización en Responsabilidad Social y Sostenibilidad’ del Máster en Responsabilidad y Sostenibilidad Corporativa de la Universitat Politècnica de València en la Universidad de Medellín (UdeM) tuvo lugar en el año 2011. ¿Cómo se gestó esta alianza y qué resultados ha tenido?

La alianza entre la Universidad de Medellín y la UPV fue gestada inicialmente por el profesor Luis Carlos Villegas Rodríguez de la UdeMedellín y el profesor Tomás Gómez Navarro de la UPV. En estos 14 años, hemos logrado darle continuidad al convenio interinstitucional, fortaleciendo la virtualidad y la investigación aplicada a casos empresariales, con el liderazgo del profesor Gabriel García Martínez. Lo cual ha sido atractivo para profesionales colombianos de diversas disciplinas y territorios del país.

¿Cuál sería tu análisis de la situación de la sostenibilidad y responsabilidad corporativa en Colombia?

La sostenibilidad y la responsabilidad corporativa ya están bastante bien incorporadas en las empresas grandes que cotizan en la bolsa de valores de Colombia. Sin embargo, hay mucho camino por recorrer en las pequeñas y medianas empresas, dadas las limitaciones en recursos y capacidades. Muchos de los estudiantes de la especialización y del máster pertenecen a este tipo de empresas, por lo cual hemos podido contribuir a superar este reto a través de la formación posgradual en doble titulación.

¿Cuáles son las principales tendencias?

En el mundo de la sostenibilidad corporativa es tendencia hoy el enfoque Medio Ambiente, Sociedad, Gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). Además, los objetivos de desarrollo sostenible están muy presentes en la planeación estratégica de las empresas, junto con la economía circular y las medidas de descarbonización de la economía hacia el escenario de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero.

Has desarrollado varias investigaciones en el ámbito de la generación de energías renovables y recursos hídricos. ¿Cuáles han sido los objetivos y las principales conclusiones?

He destinado varios años a investigar la sostenibilidad de las grandes empresas de generación de energía hidroeléctrica en Colombia. Estas empresas han sido determinantes en el desarrollo regional del país. Destacaría dos conclusiones importantes. La primera, que la sostenibilidad de estas empresas depende de la sostenibilidad de los territorios impactados. Es decir, que es necesario un mecanismo efectivo de creación de valor compartido y distribución equitativa de beneficios entre la empresa y los territorios, que contribuya a reducir los impactos ambientales, mejorar la calidad de vida de la población y crear riqueza para el país. La segunda, que no hay sostenibilidad posible sin paz en los territorios; es decir, sin verdad, justicia y reparación, después de tantos años de violencia en Colombia. Cosa que no depende de las empresas directamente, pero sí que les sitúa ante el reto de trabajar de manera colaborativa con entidades estatales y sociedad civil por la paz territorial.

A solo cinco años del plazo marcado en la Agenda 2030, parece imposible alcanzar gran parte de las metas definidas. ¿Qué ha fallado?

Hay más probabilidades de alcanzar las metas al 2050, por lo menos la del escenario de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero. La transición energética no va tan rápido como se espera. Las energías renovables tendrían que triplicarse en los próximos cinco años, pero el consumo final de estas fuentes solo ha aumentado en un 5% en los últimos diez años. Hoy en día, las energías renovables tienen un tímido 13% del consumo final de energía. Hay mucha incertidumbre a nivel global, principalmente debido al precio de las materias primas, los problemas geopolíticos y un crecimiento económico muy afectado por la inflación. Además, crecen las exigencias técnicas y hay más oposición social a grandes proyectos de energías renovables, como granjas solares y eólicas. Por lo cual su licenciamiento es cada vez más lento y aumentan los tiempos de conexión a la red.

¿Cómo debería enfocarse la próxima guía global de sostenibilidad que la sustituya?

Es necesario ir más rápido en la transición, simplificando trámites burocráticos y empoderando a la sociedad civil. Las empresas deben ser líderes del cambio, pero trabajando de manera colaborativa con el Estado y la población, pues la sostenibilidad es un reto para todos. Debemos también pensar en la regeneración, pues hay afectaciones que la naturaleza ya no es capaz de superar por sí sola. Así que la próxima agenda global debe enfocarse en el ciudadano y la regeneración.

¿Cuál debe ser el papel de la universidad?

La universidad debe reinventarse, pues ya no es la “dueña” del conocimiento. Además, la pandemia del COVID 19 nos enseñó, entre otras cosas, que la presencialidad es relativa y hay diversas formas de fomentar el diálogo de saberes. Creo que es por aquí el camino de las universidades hoy. Fomentar un diálogo objetivo entorno a problemas concretos de la sociedad y buscar soluciones junto con entidades estatales, empresas y organizaciones de la sociedad civil. Este diálogo es el proceso de formación que las universidades pueden ofrecer hoy a la sociedad, para que estemos todos más informados y podamos participar activamente en la regeneración y desarrollo sostenible del planeta.

La polarización política, con grandes potencias escépticas ante el cambio climático y la acción para combatirlo, supone un nuevo reto. ¿Cómo puede afectar a la transición en Colombia y en otros países de Latinoamérica?

Con la globalización ha aumentado la interdependencia entre países del Norte y del Sur Global. Esta interdependencia es clara en el caso del cambio climático, por ejemplo. Mientras que el Norte Global es un gran emisor de gases de efecto invernadero, el Sur Global tiene el potencial de fijar carbono en sus selvas y bosques. Los eventos extremos del clima se están encargando de alertar al mundo de la urgencia del cambio, pues cada vez son más frecuentes y devastadores: la DANA del 29 de octubre en Valencia, España, el huracán Milton que azotó Florida en Estados Unidos el pasado 9 de octubre o el fenómeno de El Niño que ha obligado a racionamientos de agua recientes en Bogotá, la capital de Colombia. A pesar de la polarización política y el escepticismo, ya hay cambios visibles y las nuevas generaciones son más conscientes y comprometidas. La descentralización y democratización de la energía es un ejemplo, fomentando una transición energética más justa con el surgimiento de las comunidades energéticas en torno a fuentes renovables solar, eólica, geotérmica y biogás. Aunque es un fenómeno reciente, tiene un gran potencial y se ha ido globalizando con rapidez.

Gabriel García y Jorge Polanco en un evento de la Cátedra Statkraft UPV,

¿Cómo puede afectar al futuro de la sostenibilidad en las empresas?

El cambio climático traerá más catástrofes, las cuales afectarán cada vez más la vida de las personas y las economías. Por lo cual, la sostenibilidad de las empresas enfrentará riesgos mayores. Esto obliga a las empresas a trabajar dentro y fuera de la organización, buscando mayor eficiencia y productividad, pero también mejores condiciones laborales. El voluntariado y la ciudadanía corporativa cobran vigencia, pues la empresa deberá vincularse con más determinación en la solución de los problemas de la sociedad.

¿Hacia dónde camina la alianza entre la Universidad de Medellín y la UPV?

Estamos muy entusiasmados con el nuevo título oficial del Máster en Responsabilidad y Sostenibilidad Corporativa de la UPV. Se verán fortalecidas la docencia y la investigación y será más atractivo para los estudiantes colombianos, ya que podrán homologar sus título ante el Ministerio de Educación.

Todas nuestras charlas concluyen con una frase a completar: “Sin sostenibilidad, no hay…».

Futuro para nuestros hijos.