
«El sector privado es un actor fundamental en la consecución de los ODS y, sin embargo, el progreso actual es mejorable (…). Sólo el 15% de las metas de los ODS están encaminadas hacia su logro, el 48% muestra un progreso débil e insuficiente y el 37% está estancado o, incluso, ha retrocedido», según el informe ‘Global Private Sector Stocktake: a través de la mirada del sector privado’, presentado por el Pacto Mundial de la ONU y Accenture en el octavo aniversario de la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a partir de una encuesta realizada a más de 2.800 líderes empresariales de todo el mundo.
En este contexto, las autoras del estudio plantean que «se necesita una acción empresarial colaborativa y creíble respaldada por los responsables de la formulación de políticas para alcanzar los ODS en los que el sector privado puede tener el mayor impacto».
El el 96% de los líderes empresariales considera que el sector privado juega un papel crucial en su logro; el 95% cree que su negocio impacta en los ODS; el 94% estima que representan una visión global unificadora, y el 91% tiene un compromiso público con uno o más de los ODS, según los datos del estudio.
“La inversión e innovación del sector privado son esenciales para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Aunque no existe un enfoque único para todas, las empresas deben intensificar las acciones que pueden tener un impacto significativo en las personas y el planeta, así como en sus negocios. Esto les permitirá comunicar eficazmente su desempeño, establecer objetivos y acciones, interactuar con las partes interesadas, incluyendo inversores, y acceder a nuevas oportunidades de mercado», destacó en su presentación Sanda Ojiambo, CEO y directora ejecutiva internacional del Pacto Mundial de las Naciones Unidas.
Medidas para acelerar la transición
El estudio distingue entre ‘barreras cíclicas’ y ‘estructurales’ a la hora de avanzar en los objetivos. Entre las primeras, destaca la inflación, los tipos de interés y las propias prioridades de estados y empresas -muchas de las cuales buscan antes los beneficios a corto plazo frente a una visión a largo plazo-. Entre las estructurales, se mencionan la incapacidad de las empresas de influir en la cadena de suministro; los largos periodos de amortización de inversiones; la escasez de políticas que incentiven la implantación de estrategias y planes concretos en las organizaciones, y la falta de datos y medición del impacto real de los ODS.

Los líderes empresariales plantean a las Administraciones Públicas y dirigentes políticos medidas para solventar estos obstáculos. Entre las más destacadas, están «coherencia en la divulgación y presentación de informes de sostenibilidad (solicitada por el 76%), el ajuste del salario mínimo nacional a niveles de salario digno (71%), la divulgación obligatoria de las brechas salariales de género (65%), el cambio de subsidios de combustibles fósiles a energías renovables (68%), la exigencia de emisiones netas cero para 2050 (62%) y políticas de incentivos que los ayuden a integrar los ODS en sus estrategias y operaciones empresariales, asegurando igualdad de condiciones entre las empresas (el 44%)».
Asimismo, plantean la necesidad de trabajar en «criterios de medición y métodos de cálculos claros».
En este ámbito, se están están desarrollando diferentes iniciativas y herramientas.
Más sostenibilidad = menos riesgo y mayor rentabilidad
Uno de los ejemplos, es el estudio ‘ODS Año 8. Rentabilidad económica y Agenda 2030: la sostenibilidad como sinónimo de negocio para las empresas’, realizado por el Pacto Mundial de la ONU España y presentado, también, en el octavo aniversario de los ODS. Se basa «en un análisis sobre la implementación de los ODS y los Diez Principios del Pacto Mundial en todas las empresas admitidas a cotización oficial en España entre 2016 a 2021, además de abordar la relación entre la sostenibilidad y la rentabilidad», detalla la organización.
Javier Molero, director de proyectos y Agenda 2030, destacó, en su presentación, como dato clave que «se calcula que las empresas con un fuerte compromiso con la sostenibilidad lograron resultados superiores en un 11% a sus competidoras en el mercado de valores”.
En esta línea, desde el Pacto Mundial de la ONU se asegura que «aunque no se puede afirmar manera categórica que todas las empresas que trabajen en sostenibilidad crecerán económicamente en mayor medida, sí existe un cierto consenso en que el trabajo en sostenibilidad impacta de forma positiva en indicadores con un componente económico, como la productividad, la reducción de riesgos económicos y la rentabilidad».
En línea con esta sentencia, se detecta que las empresas «cada vez son más ambiciosas con el número de ODS que trabajan, pasando de cubrir una media de 2,7 en 2016 a 9,1 en 2021. Paralelamente, el porcentaje de empresas que identifica ODS prioritarios ha aumentado del 15% al 62%».
Lo mismo ocurre en cuanto a los compromisos con los Diez Principios del Pacto Mundial, que muestran una clara tendencia al alza. Entre 2016 y 2021, aumenta un 153% las empresas comprometidas y que han implantado medidas en el ámbito de los derechos humanos; un 143%, en normas laborales; un 109%, en medioambiente, y un 97%, en anticorrupción. De media, se han incrementado en un 119% entre 2016 y 2021.

El estudio ‘ODS Año 8. Rentabilidad económica y Agenda 2030’ destaca que el porcentaje de empresas cotizadas que informan sobre su contribución a los ODS ha aumentado del 32% en 2016 al 85% en 2021.
“El crecimiento exponencial en el número de empresas que informan sobre su contribución a los ODS, así como la mayor ambición en la adopción de estos Objetivos, refleja un cambio significativo hacia la sostenibilidad como parte integral de los negocios. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer en términos de establecer compromisos cuantificables y medir los avances de manera efectiva”, subraya Cristina Sánchez, directora ejecutiva de la iniciativa Líder en Sostenibilidad Empresarial del Pacto Mundial de la ONU España.