Patricia Corrons es miembro de la Unidad de Reputación, Análisis y Tendencias de la Dirección de ESG de Iberdrola. Con ella, iniciamos una serie de entrevistas a egresados del Máster en Responsabilidad y Sostenibilidad Corporativa de la UPV.

La primera pregunta, es casi obligada. ¿Cuál es tu valoración y tu balance del programa?

Estoy encantada de iniciar esta serie como egresada del Máster de RSC de la Universidad Politécnica de Valencia y espero me acompañen otros compañeros y podamos aportar nuestro granito de arena con nuestra experiencia profesional. Acabé hace seis años el Máster de RSC, y agradezco al equipo docente que consiguiera transmitirnos una visión de la Responsabilidad Social Corporativa desde diferentes perspectivas que antes no considerábamos prioritarias. Yo vengo del mundo del periodismo y la comunicación y fue un cambio importante estudiar cómo impactan las empresas en las sociedades donde desarrollan su actividad y en sus grupos de interés.

¿Qué te ha aportado para el día a día de tu desempeño profesional?

Sin duda, me aportó un conocimiento fundamental para la gestión diaria de la RSC y en su evolución hacia los criterios ESG en las empresas, capacidad para identificar, analizar, gestionar y medir los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza, junto a la fortaleza financiera.

Dentro de nuestra filosofía de mejora continua, ¿qué crees que debe garantizar el máster a su alumnado?

El llamado ‘tsunami regulatorio’ va a obligar a muchas empresas a reportar información no financiera y, lógicamente, el Máster se actualizará en este campo. También la parte de gobernanza ha evolucionado muchísimo. Al finalizar el máster, los egresados adquieren conocimientos sobre cómo se elabora una memoria de Sostenibilidad. Pero no deben adquirir sólo el marco teórico, sino ahondar, por ejemplo, en qué KPIs son relevantes para una empresa y deben reportar en el Estado de Información No Financiera. En definitiva, yo creo que al finalizar el máster los alumnos deben ser capaces de responder qué factores medio ambientales, sociales y de gobernanza contribuyen al desarrollo sostenible en las empresas, atendiendo las necesidades de sus grupos de interés y cumpliendo las exigencias regulatorias en base a un comportamiento ético y transparente.

¿Qué papel consideras que juega o debe jugar la universidad en la integración real de la sostenibilidad en las empresas en España?

Bajo mi punto de vista, la Universidad juega un papel crucial y va en línea ascendente, aunque queda mucho camino por recorrer. El planteamiento es el siguiente: si la responsabilidad social y los criterios ESG son transversales en las empresas, ¿por qué no sucede lo mismo en los distintos grados universitarios? Es urgente adaptar los planes de estudio a los nuevos perfiles que demandan las empresas y en materia de responsabilidad social. La Universidad va avanzando, pero debe acelerar el paso…. Cada vez son más profesionales dentro del mundo de la ESG que van a tener que integrar estos criterios en su estrategia empresarial. Y, por tanto, van a precisar de una formación adecuada, adaptada a las necesidades de las compañías, como un gestor de grupos de interés, un consultor de CO2, un asesor de ESG, especialistas en información no financiera o técnicos en ciberseguridad, por poner algunos ejemplos.

La transición energética es uno de los grandes retos de las agendas globales de desarrollo sostenible. Iberdrola ha integrado este compromiso en su estrategia. ¿En qué líneas principales se está trabajando?

Precisamente, abordando esos grandes retos se podrá lograr un cambio de modelo resiliente y respetuoso con el planeta. E Iberdrola se ha comprometido a abanderar la transición energética, una tarea en la que estamos inmersos desde hace más de 20 años y que ha hecho al grupo Iberdrola líder mundial en renovables. En este sentido, hay que destacar la capacidad de nuestro presidente, Ignacio Galán, para anticiparse a la transición energética que, junto a la internacionalización y la apuesta por las renovables, ha convertido a Iberdrola en un líder energético global. Ahora, progresamos en nuestro histórico plan de acción climática y nos comprometemos a realizar unas inversiones de 47.000 millones de euros durante el periodo 2023-2025 para impulsar la transición energética, el empleo y las emisiones netas nulas.

¿Cuáles son los principales retos que afronta?

El mayor reto es acelerar esa transición energética electrificando la economía, junto a la transformación digital, con más inversión en redes y el aumento de la capacidad renovable instalada, para combatir el cambio climático y ofrecer un modelo de negocio sostenible y competitivo que cree valor para la sociedad.

¿Cómo se ha trabajado esta transición desde el punto de vista organizativo, de integración en la cultura corporativa de la empresa?

La compañía se ha comprometido a realizar unas inversiones de 47.000 millones de euros para el periodo 2023-2025 para impulsar dicha transición energética, crear empleo y alcanzar emisiones netas nulas. Las redes en Iberdrola son la columna vertebral de la integración de la nueva capacidad de las renovables y permitirán implantar nuevas soluciones y servicios distribuidos. Por este motivo, se van a destinar 27.000 millones de euros a redes, mientras que 17.000 millones se invertirán en el área de renovables.

Además, somos conscientes de nuestro efecto tractor y referente para muchas otras empresas en su objetivo de electrificar la economía e invertir en energías limpias, participamos a diario en diferentes eventos y reuniones de organizaciones multilaterales y alianzas para impulsar la transición energética.

¿Y qué líneas de acción o principios se están aplicando respecto a la relación con otros grupos de interés de Iberdrola?

Iberdrola asume y promueve principios para involucrar y establecer relaciones de confianza con sus grupos de interés, que son compartidos por todos los profesionales del grupo y rigen sus relaciones diarias con sus stakeholders. Se trata de un asunto transversal y afecta a todas las áreas y departamentos. A lo largo de su cadena de valor, el Grupo Iberdrola se relaciona con millones de grupos de interés en todo el mundo.

En este sentido, hay que destacar la definición del propósito de Iberdrola y sus valores, marca y comunicación, junto a la medición y gestión de la reputación, la gestión de los asuntos públicos, los procesos de innovación social o de due diligence en derechos humanos son otros aspectos corporativos en los que se debe trabajar ‘con y para’ los grupos de interés, para establecer relaciones de confianza y colaboración.

¿Qué papel tiene el consumidor en la transición hacia otro modelo energético?

Como consecuencia de la importancia de los asuntos de sostenibilidad, el consumidor se ha hecho más exigente, toma las decisiones de compra, pero también elige con quién está o deja de estarlo en función de muchos parámetros relacionados con la sostenibilidad. Y, además, quiere un producto personalizado. La digitalización de las redes eléctricas y el análisis de la información permiten, entre otras utilidades, conocer los hábitos de consumo y seleccionar aquella fórmula más adaptada a las necesidades de cada cliente. Con las soluciones de smart, el consumidor puede elegir el cómo y el cuándo hacer uso de la electricidad y gestionar de manera ágil y personalizada el consumo, para adaptarlo al gasto energético que se va a realizar.

Iberdrola es uno de los mayores emisores de bonos verdes. ¿Qué aporta esta fórmula de financiación?

Los bonos verdes se usan íntegramente en proyectos verdes que impactan de manera positiva en el medio ambiente, como instalaciones renovables, eficiencia energética, transporte limpio y gestión de residuos. Iberdrola tiene un marco propio para la emisión de bonos verdes inspirado en los criterios establecidos por la Asociación Internacional de Mercados de Capitales basados en el respeto al medio ambiente, la sostenibilidad o la transparencia, donde el emisor actualiza la información sobre el uso de los fondos o su alineamiento con la taxonomía europea. En 2014, Iberdrola se convirtió en la primera empresa española en emitir un bono verde. El grupo es un modelo de referencia internacional en este tipo de financiación, hecho que ha sido reconocido durante varios años consecutivos en los Sustainable and Responsible Capital Markets Awards.

En esta línea, hay que destacar que Iberdrola se mantiene como el mayor emisor privado de bonos verdes del mundo. Actualmente, tal y como explicó el presidente Ignacio Galán en la presentación de resultados, el 85% de la nueva financiación es ESG, reafirmando el compromiso de la compañía y convirtiéndose en su principal fuente de financiación.

Además, está siendo pionera en proyectos de energías renovables. ¿Nos puedes poner algún ejemplo de proyectos innovadores con impacto?

Uno de sus proyectos emblemáticos en España constituye el mayor desarrollo fotovoltaico de Europa, con una capacidad instalada de 500 MWp, que suministra energía limpia a 250.000 hogares, evitando así la emisión a la atmósfera de 215.000 toneladas de CO2 al año y reduciendo la huella de carbono.

La construcción de la planta Núñez de Balboa en Badajoz se ha convertido en un elemento dinamizador del tejido industrial y del empleo local, en la que han trabajado más de 1.500 personas en periodos punta, de las que un 60 % han sido empleados de la provincia. Iberdrola ha colaborado con la Sociedad Española de Ornitología (SEO) en la campaña de seguimiento de aves esteparias en Extremadura. Juntas han identificado y protegido una zona de campeo. Además, se han realizado compras a una treintena de proveedores, por valor de 227 millones de euros, que han colaborado en la construcción.

Y, como destacábamos, Iberdrola suscribió un acuerdo con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) por el que estas instituciones aportaron 290 millones de euros (145 millones, el BEI y 140 millones, el ICO) para financiar la planta.

La reputación se ha convertido en una prioridad para las compañías por su impacto en los grupos de interés. ¿Cómo se gestiona desde las empresas?

La reputación es una responsabilidad de todos. Hablar de reputación es hablar de confianza; es hablar de uno de los recursos intangibles más importantes de la compañía. Y, para ello, escuchamos activamente, para poder ofrecer a los grupos de interés lo que necesitan (productos, servicios, atención…); colaboramos proactivamente con ellos. Les comunicamos lo que hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos, estableciendo un proceso de mejora continua en nuestras relaciones con los grupos de interés para cuidar nuestra reputación, la percepción que tienen de nosotros.

Desde tu amplia experiencia en la comunicación, ¿cuál es su papel en la estrategia de sostenibilidad?

La sostenibilidad se ha introducido como eje estratégico en todas las empresas y debe estar presente en su comunicación. En Iberdrola, tenemos muy claro que es posible obtener resultados y ser una empresa sostenible que crea valor para la sociedad y todos sus grupos de interés. Y lo comunicamos con transparencia. Prueba de ello es que Iberdrola fue seleccionada en 2022 como la empresa más transparente del IBEX-35. El informe, realizado por Transparencia Internacional, analiza la información pública de estas empresas en función de los parámetros de derechos humanos, cumplimiento normativo, programas anticorrupción, transparencia de la organización e información por países, así como la relación con la cadena de suministro, la igualdad y la información de sus políticas y procedimientos internos.

Se habla cada vez más de ‘greenwashing’. ¿Cuáles son las claves para que la comunicación sea exitosa, transparente y creíble?

Comunicar lo que uno hace cimentado en los pilares de la transparencia, la coherencia y la consistencia. Hacemos lo que decimos y contamos lo que hacemos. Y también debemos adaptar nuestra comunicación a los diferentes grupos de interés a través de los diferentes canales en función de sus expectativas respecto a la compañía.

En nuestras entrevistas, estamos haciendo una pregunta común a todo. Se trata de completar la siguiente frase: «Sin sostenibilidad, no hay…

Sin sostenibilidad, no hay futuro. Trabajamos por el planeta y las personas.